Comunicado No. 20 – 4 de agosto de 2020 –
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La experiencia que hoy vivimos como humanidad por causa de la pandemia de la covid-19 nos ha puesto en claro varias cosas y entre ellas una muy significativa, tangible y fácilmente comprobable, la gran resiliencia que hemos demostrado las y los trabajadores en medio de la crisis, la capacidad de adaptarnos y dar lo mejor de nosotros en medio de unas decisiones, que en muchos casos han sido arbitrarias, caprichosas e inconvenientes, por parte de Bancolombia hacia quienes exalta como “héroes”.
Hoy, cuando el pico de la pandemia está llegando a su punto más alto y las autoridades decretan de nuevo el aislamiento por medio de una cuarentena estricta, imponiendo incluso días de restricción total de movilidad, el banco desdeña una vez más la situación y su gravedad y nos obliga a asistir a las sucursales. Así ocurrió los viernes 24 y 31 de julio en algunas oficinas del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. El banco nos conminó a saltarnos el aislamiento obligatorio, solo para cumplir un horario, en unas oficinas absolutamente vacías. El banco nos expuso al transporte público usando su posición privilegiada, ganada con un lobby politiquero, para hacer parte de las excepciones que el gobierno decretó en el inicio de la crisis. Esta lógica indica entonces que una sucursal abierta, para atender a nadie, es más esencial que la salud y la vida misma de quienes son forzados a ir a trabajar en ella.
¿Cuánto tiempo adicional le hemos dado cada una y cada uno de nosotros al banco para que este obtenga la gran imagen y rentabilidad que hoy ostenta? Muchos de nosotros nos quedamos al medio día en nuestro tiempo de descanso, realizando tareas comerciales con el afán de cumplir las inalcanzables metas, o trabajando los pendientes que se tienen con los diferentes clientes para poder atender sus requerimientos y también respondiendo al acoso que algunos de los jefes ejercen para lograr las cada vez más altas metas comerciales. ¿Cuántas y cuántos de nosotros madrugamos más de lo necesario para poder estar más o menos al día con nuestros puestos de trabajo? ¿Cuántas veces, desde nuestras casas y en el tiempo de nuestras familias, hemos realizado tareas laborales por nuestro compromiso y la responsabilidad que nos caracteriza?
Y sin embargo hoy, en medio de una situación tan delicada, al banco solo le interesa que cumplamos a rajatabla un horario, y es tal el desespero que se les ve a los diferentes jefes, buscando un qué hacer hasta para quien por fuerza mayor está en la casa, que se le convoca a múltiples capacitaciones, incluso sin coordinación alguna, ya que nos citan a varias en el mismo horario. Y con el agravante de que el banco, en la mayoría de los casos, no está suministrando las herramientas necesarias, ni siquiera para los compañeros que desde hace meses están trabajando desde sus casas, y se han visto obligados a adecuar por su cuenta sus espacios, utilizando en muchos casos sus propias herramientas para cumplir día tras día con su compromiso laboral.
¿Y qué nos ha traído esta actitud concertada entre el actual gobierno, los gremios económicos – con la banca como principal protagonista – y los grandes dueños del capital? Que Colombia esté hoy entre los primeros países en número de contagios y muertes por la pandemia. Enfermos y muertos casi en su totalidad de los estratos 1,2 y 3, porque esta pandemia no toca a quienes, desde sus fincas y sus casas, siguen exigiendo el cumplimiento de metas comerciales.
Conexión Sindical viene manifestado desde marzo de este año, que en esta situación actual debe primar la Salud y la Vida por encima de cualquier interés económico. Con total certeza ese es recuperable. El banco tiene bien garantizado su futuro gracias a la labor que por décadas hemos desempeñado las y los trabajadores. Las billonarias utilidades así lo reflejan. Por eso, le reiteramos a Bancolombia que es momento de preservar lo único verdadera y constitucionalmente fundamental, la vida de las y los trabajadores.
Junta Directiva
Conexión Sindical
