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Comunicado No. 14 – 9 de junio de 2020 –
Mediante un comunicado llamado “Compensación variable para 2020”, Bancolombia nos anuncia que este año no lo pagará. En otras palabras, Adiós al bono. Y no nos sorprende, el banco viene limitando el pago de dicha bonificación. Las metas inalcanzables hicieron de la bonificación máxima un artículo de museo. Lo más grave, es que con dulces palabras, Bancolombia hace pasar este nuevo RECORTE, como un acto de heroísmo y valentía de quienes producimos las utilidades, para que quienes las disfrutan, no pierdan un solo peso.
Lo mismo pasó con los bonos de alimentación, bonificaciones que no están convencionadas y, por lo tanto, quedan sujetas a la “generosidad” del patrón. Lo que resalta la importancia de convencionar todos nuestros beneficios. Sin embargo, este hecho no le quita el carácter de que el banco está, una vez más, disminuyendo derechos adquiridos por las y los trabajadores.
“Un banco sano de forma sostenible”, parece ser el nuevo eslogan con el cual, escudado en la crisis, quiere transformar el imaginario de la “sostenibilidad”, para hacerla caer únicamente sobre nuestros hombros, perforando nuestros bolsillos. Con este cuento de la “sostenibilidad”, nos han aumentado las presiones, que rayan con el acoso laboral, para cumplir las inalcanzables metas comerciales y de productividad y terminando en los persistentes recortes en la planta de personal con el fin de seguir propiciando que terceros se lucren con muchas de las labores esenciales de esta entidad, por medio de la explotación de compañeras y compañeros que por hacer la misma labor ganan salarios menores, trabajan más horas y no gozan de los derechos constitucionales de sindicalización y negociación colectiva.
Así, con esos actos, el banco nos habla y exige “coherencia” olvidando que la “sostenibilidad” se debe buscar en otros espacios y acciones que sí representan grandes gastos. Los innumerables y en muchos casos ineficientes cargos burocráticos de los cuales está nutrido el banco en sus más altas esferas o los gastos millonarios que se hacen en publicidad, o las onerosas y exageradas bonificaciones que reciben los altos cargos por las metas que nosotros cumplimos bajo presión y acoso laboral.
Si de verdad tanto les importan los accionistas, caería muy bien entre ellos, que los altos ejecutivos del banco, quienes reciben multimillonarios salarios por los logros que nosotros les construimos, el anuncio de no recibir bonificaciones por un año, unido a la reducción de sus sueldos en un 50%. Así lo hicieron altos ejecutivos y empleados gubernamentales de otros países, en empresas como el Banco Santander, Iberia e incluso, Inditex, en España. Compañeras y compañeros, ¿por qué la coherencia en Bancolombia, nunca empieza desde allí y siempre por la parte más débil, la de los trabajadores de más bajos ingresos? Está comprobado que, porcentualmente, el gasto que representamos es mínimo, comparado con el derroche en otros rubros y con el gasto total de esta empresa.
Para el banco, la nueva normalidad, nada tiene que ver con la “coherencia”. Mientras reduce los ingresos eliminando unilateralmente el bono, hemos recibido ya múltiples cursos de televentas, para reforzar las ventas de seguros y cardif, lo que indica que la presión por las ventas ahora será desde casa. La “nueva normalidad” tiene entonces muy poco de nueva y mucho de normal. Bancolombia es y seguirá siendo sostenible en el tiempo.
Sus Billonarias utilidades y la anuencia de un Gobierno, que los ha blindado ante la crisis, sosteniendo su actividad y entregándoles procesos de los que se han lucrado, como pocos sectores lo han podido hacer en medio de esta crisis, lo garantiza.
Junta Directiva
Conexión Sindical
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