
Comunicado No. 19 – 23 de julio de 2020 –
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El maltrato hacia los y las trabajadoras, que sobrepasa los límites del respeto, se ha convertido en el nuevo estilo de trabajo en las diferentes áreas y dependencias del banco. Agresiones, intimidaciones, palabras desobligantes y peyorativas son los instrumentos con los cuales muchos jefes vienen dirigiendo a sus equipos de trabajo durante este confinamiento. Esto ha ocasionado que ahora los veamos más como capataces, ya que sus conductas rayan en algunos casos con el acoso laboral.
Se ha vuelto cotidiano recibir denuncias de compañeros y compañeras de diferentes áreas del banco, sobre las presiones ejercidas desde las áreas para el cumplimiento de metas; el recorte no solo de los beneficios que por mera liberalidad entregaba el banco, sino en muchos casos negando obligaciones de carácter legal tales como el pago de las horas extras trabajadas. En este caso, algunos jefes usan la situación actual como argumento para “solicitar” a los trabajadores no reportar su tiempo extra de trabajo, aduciendo que el banco podría tomar represalias por ello. Inadmisible desde todo punto de vista pretender lesionar aún más el bolsillo de los trabajadores, cuando el banco no ha dejado de obtener ganancias, ni siquiera durante la crisis.
También conocemos de algunos jefes que les dicen a los trabajadores que en el banco se tiene hora de entrada, mas no de salida. Esto es un grave irrespeto al tiempo personal, de vida con las familias, con nuestros hijos y del descanso, tan necesario para conservar la salud física y mental. Esto está generando un ambiente pesado, angustiante y desagradable para esos equipos de trabajo, teniendo en cuenta que muchos trabajadores desde que estamos en nuestra casa, trabajamos más horas de lo debido, pues en múltiples casos la presión ejercida de parte de los jefes, así lo exige.
Lo que en otro tiempo se pretendió de una “Banca más humana” solo ha quedado como un bonito recuerdo, algo que murió con la salida de Carlos Raúl Yepes. Es verdaderamente inadmisible que una Organización del tamaño y el prestigio de Bancolombia, que se ufana de ser la mejor empresa del país permita, y en muchos casos genere desde sus altos mandos, este tipo de comportamientos que desdicen mucho de una organización que tiene una responsabilidad que mostrar desde el ejemplo y lo ético en su comportamiento.
Desde Conexión Sindical lo rechazamos y exigimos, a través de un llamado de atención al banco, que se erradique de una vez por todas este tipo de comportamientos. Agradecemos a todas y todos los compañeros que nos han hecho llegar sus denuncias y hacemos un llamado fraterno a nuestras compañeras y compañeros que aún no lo hacen, a dejar de lado el miedo y denunciar ante nuestra Organización Sindical (como conducto regular que somos) con nombres propios a esos jefes “capataces” quienes creen que, solo infundiendo miedo con tonos amenazantes, pueden llegar a sentirse un poco importantes. igualmente, a saber identificar a aquellos que con un tono zalamero, nos invitan a renunciar a derechos adquiridos, a las justas remuneraciones que merecemos y a vivir en un agradecimiento exagerado por tener trabajo.
Junta Directiva
Conexión Sindical